No ha sido un 10, pero sabe a matricula.

Tantos viernes sin ver a mi niña, tantas clases dejadas a medias para hacer la compra o mantener la casa en condiciones… tantas clases entre ingenieros siendo la de letras, sintiéndome fuera de lugar. Cuantas veces me habré dicho que era un error, que no volvería a hacerlo, que aquello me quedaba grande… y al final, si, mereció la pena.

A pesar de todas esas malas personas que estuvieron a punto de conseguir que tirara la toalla, esos trepas a los que espero que la vida los ponga en su sitio con su prepotencia y su forma de hacer mal las cosas.

Seguramente no volvería a hacerlo, pero al final, con un bebe, una casa a cuestas y un trabajo absorbente y de máxima dedicación, la cosa no ha salido nada mal.
Ahora a esperar que el mercado se estabilice, que mi familia tambien se estabilice porque ha sido una prueba de fuego que ha sacado muchas cosas a flote, pero lo importante es eso, seguir a flote.

Ahora a celebrarlo, porque de verdad que lo merece.