Diciembre maternal
Ultimamente han vuelto los miedos. Estamos al otro lado, sabemos que no todos los embarazos tienen un final feliz y de vez en cuando tengo esos momentos de angustia en los que desearía que el Michin ya estuviera en nuestros bracitos. Pero hay que confiar, hay que tener fe, la maternidad me ha enseñado el significado de esa palabra y esperar.
Mientras tanto me despido de estas minivacaciones en las que he podido centrarme un poquito mas en mi misma. El comino ya tiene un nivel de independencia que voy a añorar con la pequeña.
Vuelven los cambios de pañales cada dos horas, la busqueda de cambiadores cuando salimos de compras, las colas y el ritmo lento cuando buscas un ascensor para moverte en los centros comerciales y un monton de gente insolidaria con sus piernas perfectamente funcionales pasan delante tuyo. Porque a la gente le gusta montar en ascensor, no se que tiene, que teniendo las escaleras mecanicas enfrente el ascensor es como una atracción de feria.
Vuelta a planificar las rutas en metro porque no todas las paradas tienen acceso para minusvalidos y vuelta a dormir a ratos.
Pero tambien vuelve la teta, que esta vez tiene que ser facil desde el principio, la primera sonrisa, aprender a hacer la croqueta, los paseos en bandolera y todo, todo esto, acompañada por el comino. Esa va a ser la novedad. Y ahora mismo el momento que espero con mas emoción es cuando se encuentren por primera vez.
Una hermana es el mejor regalo que le pueden traer estas navidades al comino. Seguro.
1 comentarios:
Ains, hace un año estaba yo así....Mi hija pequeña cumple hoy un año. Cómo te entiendo ;-)
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